Ecodiseño
Un mejor diseño puede hacer que los productos sean más duraderos o más fáciles de reparar, actualizar o reelaborar. Puede ayudar a los recicladores a desmontar los productos a fin de recuperar componentes y materiales valiosos. En general, puede ayudar a ahorrar recursos preciosos, como la energía.
En este contexto se sitúa la DIRECTIVA 2009/125/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 21 de octubre de 2009 por la que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la energía. Disponible en este enlace.
Pero, ¿Por qué es necesario el Ecodiseño?
El cambio en la manera de considerar la problemática ambiental ha estado motivado por una serie de aspectos vinculados al consumo de productos industriales en Europa: los motivos fundamentales son
- La cantidad global de productos que se consumen no deja de aumentacr. Cada vez consumimos más a nivel global y por tanto se incrementa el consumo de materias primas, generando por tanto un mayor volumen de residuos al final de la vida útil de los productos consumidos.
- Aumenta la variedad de productos y servicios. Lo que hace unos años eran productos básicos hoy en día están disponibles en multitud de versiones diferentes. Un ejemplo son las televisiones y sus tipos de pantallas disponibles en el mercado (catódicas, de cristal líquido o de plasma). Toda esta diversidad de tecnologías supone un gran problema a la hora de gestionar los residuos de esos productos ya que cada tecnología requiere un sistema diferente de gestión.
- La innovación crea constantemente nuevos tipos de productos. Por poner un ejemplo, durante los últimos 20 años se ha pasado de los tocadiscos a los reproductores de discos compactos y a su vez a los DVD y otros tipos de dispositivos tecnológicos que hacen que los ciclos de innovación de algunos productos sean cada vez más cortos.
- A mayor número de productos, mayor consumo energético en la fase de uso. A pesar de los esfuerzos realizados por los fabricantes, instituciones y organismos oficiales en busca de una mejora del ahorro y de la eficiencia energética, el hecho es que con el aumento de las unidades de productos puestos en el mercado la cantidad de energía consumida aumenta.
- Los productos se comercializan en todo el mundo. En las últimas décadas se ha producido un cambio hacia una economía más global lo que ha supuesto que los productos fabricados en cualquier país se comercialicen internacionalmente. Y esto no sólo afecta al producto final, sino también a las materias primas y componentes necesarios para la fabricación de los productos. Este proceso asociado al sector del transporte ha incidido de forma importante en el impacto ambiental.
- El ciclo de vida de los productos actuales requiere una participación de un mayor número de agentes. Su creciente complejidad y los procesos de globalización anteriormente mencionados, hacen que a lo largo de la vida de un producto diversos agentes tengan relación directa o indirecta con el producto.
Todos estos factores ponen de relieve la necesidad de introducir un cambio en la forma en que se conciben y diseñan los productos industriales que consumimos. Ese cambio se traduce en introducir la variable ambiental en el proceso de diseño, ESTO ES, EL ECODISEÑO.
En este contexto, la Directiva de Ecodiseño ErP (DIRECTIVA 2009/125/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 21 de octubre de 2009), fue transpuesta a la legislación española mediante el Real Decreto 187/2011. Esta norma, que entró en vigor el 26 de septiembre de 2015, surgió con el fin de ampliar el alcance de la anterior Directiva EuP (Energy Using Products) de la Unión Europea.
El objetivo de La Directiva ErP (Energy Related Products) es el de establecer unos requisitos de diseño ecológico para los productos que utilizan energía y para todos aquellos productos que de una u otra forma están relacionados con ella. Es decir, dentro de los productos denominados ErP se encuentran tanto aquellos productos que utilizan la energía directamente (calderas, aire acondicionado, electrodomésticos, luminarias, etc.), como aquellos que influyen indirectamente en su consumo ( grifería, duchas, ventanas, aislamientos, etc.).
La Directiva de Ecodiseño ErP y el Real Decreto 187/2011 no establecen obligaciones directas para los fabricantes. Los requisitos de ecodiseño aplicables a cada categoría de producto se fijan mediante la adopción de Reglamentos. El cumplimiento de los Reglamentos está vinculado al marcado CE del producto, el cual será un requisito imprescindible para poder comercializar o poner en servicio un producto en el mercado de la Unión Europea.
Nueva etiqueta energética
La Nueva etiqueta energética cumpliendo con la normativa ErP y ELD, será también obligatoria para los todos los países del ámbito económico de la UE, con la que se identificará la eficiencia energética de los productos comercializados. Dicha etiqueta deberá estar un lugar visible de los productos, exposiciones así como en los catálogos, tarifas, documentación publicitaría de los productos,…
Con respecto a la actual etiqueta energética, las principales novedades que introduce la Directiva ErP son:
- Aplica a todos los productos anteriormente mencionados la ErP y no sólo a algunos electrodomésticos como hasta la fecha.
- Existen distintos tipos de etiqueta en función del tipo de producto y del servicio que proporciona.
- Permite la consideración de tres clases de eficiencia por encima de la A (A+, A++ y A+++). Actualización: la Comisión Europea ha propuesto volver a la original escala de etiqueta energética diseñada desde la letra A a la G como diseño más simple y más comprensible para los consumidores.
Etiqueta energética de sistema combinado, labor del instalador
Además de lo anteriormente expuesto, en las instalaciones que combinen varios productos y accesorios (generadores, captadores solares, etc.) y con el fin de buscar la máxima eficiencia energética y adaptarse a las distintas tipologías de usuarios y de climas, se ha introducido el concepto de etiqueta de sistema. Esta opción, cuyo objetivo es el de fomentar la instalación de sistemas más eficientes y renovables, establece que todos los dispositivos que incluya el sistema propuesto deben estar provistos de una segunda etiqueta, además de la propia del producto, donde se debe indicar su rendimiento. La elaboración de esta etiqueta energética de sistema combinado depende del instalador. Si quieres saber más lee el artículo ¿Cómo se calcula la etiqueta energética combinada de calefacción?
Por lo tanto, no debemos olvidar que los instaladores también deberán adaptarse a la nueva Directiva y que su labor deberá orientarse hacia el asesoramiento al cliente sobre la instalación más adecuada a sus necesidades en función de las características de su vivienda. Para ello, ya son varios los fabricantes que han puesto a disposición de estos profesionales, diversas herramientas de software para el cálculo y medición del consumo energético.